Hace 14 años visité la India por primera vez y me prometí a mí mismo volver a Varanasi.
El pasado diciembre un grupo de fotógrafos coordinados por Jorge Pozuelo visitamos algunos de los lugares más conocidos de la India.
Aunque en el futuro visite el sur, el oeste o cualquier otra zona de ese inmenso y mágico país, he vuelto a prometerme volver a Varanasi.
Pedro J. Ruiz - Río Ganges, Varanasi (India) (Fotografía de Jorge Pozuelo)
En otros viajes que he realizado, al volver años después, he podido observar los cambios que con el tiempo se han producido. No he tenido esa percepción en la India. Parece que el tiempo se ha detenido en una especie de bucle infinito.
En el pasado, más que en el presente, la influencia de las religiones han configurado la personalidad de los pueblos, o quizás los pueblos han conformado su religión, no podría aventurar una opción. En mi anterior visita el guía nos hablaba que en la religión hindú existían unos 200.000 dioses, en este último viaje nos han hablado de entre dos o tres millones. No se si tienen inflación de dioses, que se reproducen mucho o que las distintas fuentes tienen diferentes formas de contar. En cualquier caso son un pueblo con una personalidad y costumbres muy diferentes a lo que los occidentales estamos acostumbrados.
En Europa ir por la calle y decirle a cualquier paisano que si le puedes hacer una foto no suele ser una buena idea salvo que haya algún vínculo comercial, cultural o de tribu urbana. En otros países es una actividad que incluso puede suponer hasta un riesgo físico. En la India la donación de su imagen no supone un esfuerzo, a lo sumo tener un pequeño detalle económico o algo de conversación. En general y en visitas cortas da la impresión de ser un pueblo bastante tolerante.
Lo más impactante que he podido fotografiar han sido las cremaciones en los ghatt del río Ganges en Varanasi (unión de los ríos Vauna y Assi). Según su religión aquellos que mueren en Varanasi y son incinerados y su cenizas depositadas en su río sagrado dejan de reencarnarse y alcanzan lo que los cristianos definen como "cielo".
Foto Pedro J. Ruiz - Río Ganges, Varanasi (India)
En cuanto a estética el Taj Mahal es el monumento más bello con una sustancial diferencia con respecto a los demás. Hemos sufrido la contrariedad de encontrarnos con dos de sus cuatro torres con andamios. Desde principios del siglo XX es la cuarta vez que limpian el mármol con el que está construido debido a las partículas que expulsan los vehículos y las que generan la leña y las bostas de las vacas utilizadas para cocinar. El mármol va cambiando su color blanco por una especie de marrón que cambia su aspecto original.
Foto Pedro J. Ruiz - Taj Majal, Agra (India)
Los trípodes están prohibidos no sólo dentro del recinto sino también al otro lado del río Yámuna donde ahora hay un parque y parece ser que en su momento fue el lugar elegido por el emperador mogol, Shah Jahan, para su propia tumba, esta a diferencia del de su esposa de mármol negro.
Pedro J. Ruiz - Palacio de los Vientos en Jaipur, India (Fotografía de Jorge Pozuelo)
Foto Pedro J. Ruiz - Palacio de los Vientos en Jaipur, India